
Con llenazo y sobrecupo, esperábamos que fuera la corrida de la feria, pudo más el reservado augurio de la mansedumbre que predominó en toda la tarde, pues nos encontramos ante un encierro desigual, anovillado ,salvo el sexto, y manso que deslució a las figuras que se pusieron por delante. EL JULI.- que tarde a tarde derrocha recursividad y torería, no pudo a excepción de unos derechazos de poder y sometimiento, que le valieron una oreja en su primero, a su segundo fue poco o nada el balance taurino fuera de la ovación de agradecimiento de la afición. SEBASTIAN CASTELLA.- En su primero que saltó tres veces al callejón, rehuyendo la pelea se destacó por manso, rajado y complicado, el diestro porfió pero sin materia prima no hay nada y en su segundo que se paró rapido, el francés le instrumentó tandas obligadas a base de técnica y aguante, hubo muy poco pero la voluntad del torero emocionó al público y a la presidencia que le regaló dos orejas. LUIS BOLIVAR.- No se acomodó en ninguno de sus oponentes, en su primero efectúo una faena de decoro pero al final muy rápido lanceó por la derecha, y así terminó colocando una estocada defectuosa pero efectiva y con el que sexto a pesar de la portagayola y larga cambiada, en la faena de muleta no pudo aprovechar las pocas condiciones y se dejó trastear en el ruedo es decir quien puso las condiciones fué el manso y mató con estocada defectuosa y cualquier ovación fué silenciada por el apresurado show pirotécnico, que fué más la publicidad que el contenido y que debió esperar la despedida de los toreros, tanto así que no se notó la salida a hombros de CASTELLA.
Me parece un buen resumen de a decepción que vivimos ayer en Cañaveralejo
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